Tocar con las palabras: poéticas de la voz en la poesía latinoamericana contemporánea
View/ Open
Tocar con las palabras-poéticas de la poesía latinoamericana contemporánea (María Gómez Lara).pdf (4.174Mb)
Access Status
Full text of the requested work is not available in DASH at this time ("dark deposit"). For more information on dark deposits, see our FAQ.Author
Gómez Lara, María
Metadata
Show full item recordCitation
Gómez Lara, María. 2022. Tocar con las palabras: poéticas de la voz en la poesía latinoamericana contemporánea. Doctoral dissertation, Harvard University Graduate School of Arts and Sciences.Abstract
Dissertation Advisor: Sergio Delgado Moya María Gómez LaraTocar con las palabras: poéticas de la voz en la poesía latinoamericana contemporánea
Abstract
Cuando hablamos de poesía es imposible no hablar de la voz. La poesía es una voz. Empezó siendo cantada. Por eso muchos poetas hablan del canto al referirse a su oficio. Si bien esta dimensión directamente musical se ha perdido en la mayor parte de la poesía moderna, la poesía es el género literario que mantiene un vínculo más fuerte con la música. Esta disertación es un estudio de la voz desde la poética, anclado en las preguntas por la relación entre la voz y la materialidad, específicamente a la luz de la obra de cuatro poetas latinoamericanos de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI.
La hipótesis central de mi tesis tiene que ver con la voz: hay una relación estrecha entre la voz y la materialidad y esto es fundamental para la poética, pues el pensar la voz en términos materiales está en el eje de la poética de los poetas que estudio, de su percepción de las palabras, de su entendimiento de su quehacer. Entonces, la relación entre voz y poética es central para mi análisis. El tipo de materialidad que tiene la voz es diferente en cada poeta (puede ser petrificada, en Pizarnik; ausente pero hecha de cuerpos cantantes, en Montejo; frágil, cercana a las grietas, en Morábito; y a medio camino, enunciando desde el límite, en Varela), y el hecho de pensar en la voz desde la materialidad nos invita, por un lado, a recordar esa parte de la poesía que viene del cuerpo y, por otro, a pensar en esa dimensión del lenguaje que es corporal pero que también sobrepasa nuestra finitud.
Mis preguntas por la voz son, de alguna manera, preguntas sobre poética, pues lo que me interesa en esta tesis es perseguir la relación de los poetas con su quehacer. Por eso, pienso en la voz (no solamente en términos físicos o auditivos, es decir, la voz que viene del cuerpo, la voz que usamos para hablar) sino, también, me interesa estudiar la voz entendida como una cara de la poética: como la manera en que los poetas se imaginan que son sus palabras, como las imágenes sobre la concepción de su oficio que crean.
El enfocarnos en la relación entre voz y poética de alguna manera le devuelve el énfasis a esa dimensión musical de la poesía. De hecho, la entrada sobre música y poesía de la Princeton Encyclopedia of Poetry and Poetics menciona que la poesía, en su origen, fue indistinguible de la música, que comenzó como unas melodías y ritmos anteriores a las palabras, a los que se les fueron agregando palabras (803). A menudo, en la poesía moderna, ya trasladada a la página, olvidamos esa dimensión. Pero a través de este proyecto propongo rescatarla, subirle el tono a la voz que también canta en los poemas impresos. En À l’écoute (2002) Jean-Luc Nancy piensa en el sentido como algo que tiene voz, incluso en los textos escritos, y se refiere a una voz de la escritura (Nancy 67). Esa es la voz que me propongo oír en esta tesis. Los poemas en la página pueden ser como una partitura (y el título de Partitura de la cigarra (1999) de Montejo abre la puerta hacia esa interpretación) que marca el ritmo de una voz que es la voz de la poesía, y más en el tono particular de estos poetas cuya poética encuentro especialmente relevante para preguntarse por el lado material de la voz.
Y, por otro lado, el leer a estos poetas específicamente a la luz de la relación entre voz y poética, entre voz y materialidad, es una manera reveladora de aproximarnos a la obra de cada uno, pues ninguno de ellos ha sido leído por la crítica (al menos no ampliamente) desde esta categoría de la voz. El lenguaje, además, al estudiarse desde la relación entre voz y materialidad vuelve a ese espacio físico que a menudo olvidamos: que el lenguaje está hecho de cuerpo, que es material también porque es frágil como nuestra piel, que se produce, no en un lugar abstracto sino en un lugar concreto del cerebro: el lugar de las palabras.
Al estudiar la voz desde su condición material, al poner el concepto de lo material en contacto con la voz aprendemos algo sobre la voz que no recordaríamos de otra manera: que la voz es cuerpo, que la poesía es cuerpo. Y, también, algo del cuerpo que normalmente se nos escapa: que de alguna forma estamos hechos de palabras, que ellas están en nuestro cuerpo. Que se puede tocar con las palabras. O eso hacen los poetas de esta tesis. Eso hago yo al leerlos a través del lente (del tono) de la voz.
Para acercarme a la pregunta de la voz y la materialidad, estudio cuatro conceptos principales desde los cuales me parece generativo analizar la voz, uno para cada capítulo. Y, en cada capítulo, analizo la obra de un poeta que me parece reveladora a propósito de la voz y su relación con la materialidad a partir de esa categoría. En el primer capítulo estudio la voz como presencia sobre todo en la obra de Alejandra Pizarnik (Argentina, 1936-1972) y especialmente en su libro Los trabajos y las noches (1965). Si bien la obra de Pizarnik se ha leído ampliamente desde la ausencia y el silencio, en este libro la voz aparece como creadora de presencia: la voz tiene la materialidad del cuerpo ausente, la voz hace que el que no está se materialice en la escritura.
Luego, en el segundo capítulo, pienso en la voz como ausencia: me pregunto si la voz ausente tiene materialidad. El eje de ese capítulo es la obra del poeta venezolano Eugenio Montejo (Venezuela, 1938-2008) y especialmente su poemario Partitura de la cigarra (1999). Este libro gira alrededor de la voz de las cigarras (que en la obra de Montejo son una imagen del poeta y su propio canto) y está lleno de versos sobre la voz ausente y su materialidad, sobre cómo suena en la voz de la cigarra la voz de otras cigarras que ya se han ido y de las que vienen. De manera similar a lo que sucede con la obra de Pizarnik, la obra de Montejo ha sido más estudiada en términos de presencia y yo me propongo leer su poesía desde la ausencia.
Después, en el tercer capítulo, analizo la materialidad de la voz desde la fragilidad: ¿puede la voz tener una materialidad falible, hecha de grietas, siempre a punto de romperse, siempre a punto de desaparecer? El eje de este capítulo es la obra del poeta ítalo-mexicano Fabio Morábito (Egipto, 1955), y especialmente su poemario Alguien de lava (2002). En este libro la voz aparece como algo frágil, herido, hecho de grietas. Y justamente por eso, justamente por su falibilidad, es la voz que el poeta escoge, la que considera audible: “Pero sólo una voz herida es una voz audible” (Morábito 113). Esta voz con grietas nos habla también de la fragilidad de las palabras, y al pensar la voz y la materialidad a la luz de lo frágil propongo una lectura de la obra de Morábito desde una poética de la fragilidad.
Por último, en el cuarto capítulo, pienso en la voz y su relación con la materialidad desde los límites, propongo la idea de que la voz está en el límite, en varios tipos de límite. Después de haber estudiado la voz desde la ausencia y desde la presencia, y luego desde lo frágil, desde la materia que está casi no estando, me pregunto si la voz (y tal vez como ella la poética) puede ser lo que está en el límite. El eje de este capítulo es la obra de la poeta peruana Blanca Varela (Perú, 1926-2009) y especialmente su poemario Canto villano (1986). En este poemario la voz está en el límite, siempre navegando entre los extremos, tanto en términos de lenguaje como de imagen: entre lo prosaico y lo lírico, entre lo popular y lo culto, entre la vida y la muerte.
Algunas de las preguntas fundamentales que articulan este proyecto son: ¿Cuál es la relación entre la voz y la materialidad en cuatro poetas latinoamericanos de la segunda mitad del siglo XX y comienzos del XXI? Si tiene materialidad la voz: ¿qué tipo de materialidad es? ¿Cuál es la relación entre la voz y el tacto? Dice Eugenio Montejo, por ejemplo, sobre la voz de la cigarra: “Y cuanto dejó su voz en la gente más nuestra / pero que ya se ha ido, / lo que su grito fue grabando entre las cosas / y nuestra forma de escuchar por el tacto los sonidos” (Montejo 51) ¿Cómo es esa voz que oímos por el tacto? ¿Se puede tocar con las palabras? ¿Qué tipo de presencia trae la voz? ¿Cuál es su lado de ausencia? ¿Es la voz justamente lo que no está? ¿O lo más frágil? ¿Lo que está casi no estando? ¿Cuál es la relación entre la voz y el silencio? ¿Puede la voz estar hecha de silencio? ¿O la voz está en el límite? ¿Qué tipo de límite es? ¿Cómo es ese límite desde donde viene la voz?
Terms of Use
This article is made available under the terms and conditions applicable to Other Posted Material, as set forth at http://nrs.harvard.edu/urn-3:HUL.InstRepos:dash.current.terms-of-use#LAACitable link to this page
https://nrs.harvard.edu/URN-3:HUL.INSTREPOS:37372380
Collections
- FAS Theses and Dissertations [6847]
Contact administrator regarding this item (to report mistakes or request changes)